Dormís y te miro.
Entra aire con olor a sal, a mar, a novedad. Brisa que desacomoda la cortina de soles y lunas que entrelazamos con la ventana para no cerrarla y que tampoco haga ruido.
La luz dorada que nos circunda ilumina tu piel tostada, los movimientos de tus rizos que dan marco a tu cara, y tu nariz que tiene pequeños pliegues de piel que pide despegarse.
Me gusta tu boca, tu ombligo, y la facilidad que tenés para moverte con gracia, incluso dormido.
me gusto mucho el de taller 2 tocaya
ReplyDeleteme gusta este, su piel dorada, su piel pelada del sol. Es lindo. Es cómodo. Quiero ir ahí adonde están.
ReplyDeletea mi también me gusta este
ReplyDeletevamonos todos para atrás
cuando todo era mágico y fácil